VACÍO FRÍO VENENO
Cualquier día puede ser un mal día.
Corazones palpitantes
-entre nuestras sombras-
que con lágrimas incendian emociones.
En ese estado apura la Luna sus últimos suspiros,
mientras recorre en silencio su largo y duro camino.
Y en secreto la mañana despierta
con el rocío de tus labios,
llevando la Esperanza hacia un nuevo amanecer,
junto a los ojos ensangrentados de templado morapio.
Ella,
por lo que tu y yo conocemos,
grita en silencio.
El,
por lo que tu y yo perdemos,
muere en silencio.
A pie de foto escribo
sobre mil y un amores,
rumores de desencuentro.
——
Escribo
porque siento el frío de la brisa
irritando nuestras lágrimas.
Por que anhelo ver el lucero de tu descaro.
Por que olvido apreciar los besos
que se sufren entre las sombras.
Por que siento entre mis venas tu veneno,
dulce jugo de cabezas adormecidas.
Que para ser inhalado tiene que crecer
en humo tibio.
Inundando nuestros pulmones
y envenenando nuestras venas.
Sometimiento.
——
Comes las mismas heces que vomitas,
te levantas y desayunas la mierda que fabricas.
Te vistes, apagas la radio
y ojeas – en las redes –
las últimas novedades.
Mentideros de ficticia realidad.
Coges el metro dirección al trabajo,
miras al rededor y descubres
¡Frío! ¡Vació! ¡Veneno! ¡Sus ojos! ¡Verdad!
Son paseantes sin rumbo fijo.
Hay demasiadas personas caminando
muertos que no saben dirigir sus sombras.
Zombies deambulando alienados,
cansados buscando comida que les de vida.
Ese veneno que les aleje de la realidad
y les lleve por caminos que inundan sus cabezas.
Ponzoñosa falacia que contamina el ego.
Ahogados en un vaso de vino,
inventaron de sus pecados, vacío, frío y enredo.
De lo irreal sumisión.
Ella se puso el vestido,
ese que cree que le sienta tan bien.
Desayunó su propia mierda cocinada.
No se arregló más,
no lo vio necesario.
Era hoy su toque de rebeldía, liberación.
Estaba hastiada
-cansadas-
de su aburrido trabajo.
Del baboso de su jefe,
sus obscenas exigencias.
Del tocón de su compañero
y del mirón que la acosaba.
Son la vanguardia del poblacho,
dirigentes destronados,
que codiciaban poder de seducción.
Son charlatanes olvidados
que tropezaron con los privilegiados
y cayeron en sus redes, corrupción.
Cualquier día puede ser un mal día.